sábado, 17 de octubre de 2009

LA CONTRARREFORMA

LA REFORMA TERMINO EN CONTRARREFORMA

Por Carlos De Pérez

La augusta Asamblea Revisora, convocada por el excelentísimo señor presidente de la República Dominicana, recibió en audiencia solemne un proyecto de reforma a la constitución, otros pensamos que recibió un proyecto de nueva constitución, pero, quizás sea sólo una diferencia semántica la que haga que lo veamos de manera diferente, lo cierto es que los honorables legisladores, convertidos en Asambleístas iniciaron los trabajos que dejarían a la República una constitución moderna, plural y justo.

Iniciadas las discusiones concurrían al augusto escenarios los legisladores, los borregos y los bufones, todos con igual rango y con los mismo derechos; un legislador un voto, un bufón, un voto, un borrego, un voto.

Alguien preguntó para que concurrimos a una consulta para La Reforma si al final se sometió algo totalmente diferente, pero la sorpresa no termina con el sometimiento, sino con los acuerdos que se dieron en el camino entre los paridos de la Liberación Dominicana y Revolucionario Dominicano; y entre los Partidos de la Liberación Dominicana y Reformista Social Cristiano, ósea, una gran consulta nacional, una inversión en tiempo y recursos y al final los principales partidos de la República Dominicana, sobre todo el oficial de la Liberación Dominicana y Revolucionario Dominicano decidieron la reforma.

En el desarrollo de la Contrarreforma se han visto tantas novedades que nos deben llamar la atención una de ella legisladores, o bufones ó quizás borregos votando mas de una vez, estos demostraron que lo de un borrego, un voto no siempre es así, en este caso fue un bufón varios votos, sólo que estos son “contrabufones”, pues no causan risa sino lagrimas, otra de las ya viejas verdades sólo que ahora constitucionalizada es que los dominicanos no somos dueños de las playas que Dios le regalo a este pedazo de isla ubicado al este de la Isla de Santo Domingo, como diría Don Pedro Mil Hay un país en el mundo, … “Este es un país que no merece el nombre de país, Sino de tumba, féretro, hueco o sepultura, Es cierto que lo beso y que me besa, y que su beso no sabe más que a sangre, Que día vendrá, oculto en la esperanza, con su canasta llena de iras implacables y rostros contraídos y puños y puñales, Pero tened cuidado. No es justo que el castigo caiga sobre todos. Busquemos los culpables, y entonces caiga el peso infinito de los pueblos sobre los hombros de los culpables”

Si las playas no son nuestras, si los jueces de la Suprema son infalibles y sus decisiones no pueden ser revisadas, si el Ministerio Publico no será de carrera, si tres ciudadanos, el presidente de la República, el presidente del partido opositor mayoritario, y el presidente del partido minoritario mas importante y mas histórico, lo deciden todo entonces esto es una contrarreforma.