domingo, 11 de marzo de 2012

TROFEOS DE GUERRA

TROFEOS DE GUERRA

11 de marzo 2012

Por Carlos De Pérez

Todas las actividades humanas tienen sus reglas y procesos, la guerra no es la excepción, desde la antigüedad, es aceptado e inclusive codificado que quien vence en una guerra se lleva el botín, también se han dejado parámetros respecto a los caídos en combate, éstos no se presentan a la opinión pública como una forma de respetar su dignidad, a penas se “dan” los números y si el vencido tiene alguna relevancia se anuncia su nombre;

Esa regla no aplica si el vencido ó muerto ha perdido la vida huyendo o escondido, pues los códigos de guerra protegen la dignidad de los caídos en guerra, los que se atrapan corriendo son considerados indignos e inmerecedores de tal consideración;

Esa regla, fue la que hizo que el 13 de diciembre del año 2003, se expusiera a Saddam Hussein, ante la opinión pública, pues no fue capturado en combate sino “escondido como una rata”, más tarde Lewis Paul Bremen, importante funcionario de la Casa Blanca, dijo en una conferencia de prensa en la capital iraquí “Señoras y señores, lo capturamos el tirano es ahora un prisionero”;

Muchos años antes el 27 de abril del año 1945, el dictador italiano Benito Mussolini, mientras intentaba escapar disfrazado de soldado fue reconocido, apresado y al día siguiente (28 de abril) fue ejecutado y exhibido su cuerpo como trofeo de guerra, “pues fue capturado como fugitivo, como cobarde”. El 29 de abril, es decir al día siguiente Adolf Hitler, ante la posibilidad de ser capturado y exhibido decidió suicidarse y dejar instrucciones a sus cercanos de quemar su cuerpo, para él ser presentado como premio de guerra era una vergüenza después de haber sido la encarnación del poder, del antisemitismo, el preconizador de la superioridad de la raza aria, y en efecto fue mas digno su final que la de Mussolini;

Hoy, aun superviven los métodos de guerras armadas, un poco mas sofisticadas, pero guerras al fin, igualmente hay otros tipos de guerras mucho mas bajos que el de las guerras armadas, con botínes y prebendas, con mercenarios y mercantes, desprovistos de ideologías y principios, y peor aún con trofeos espurios, como diría el presidente Fernández, son “jarrones chinos” que nadie sabe donde ponerlos;

Con razón Joan Manuel Serrat en una de sus insignes canciones escribió “…Hoy el noble y el villano, el prohombre y el gusano bailan y se dan la mano sin importarles la facha. Juntos los encuentra el sol a la sombra de un farol, empapados en alcohol, magreando una muchacha, y con la resaca a cuestas vuelve el pobre a su pobreza, vuelve el rico a su riqueza y el señor cura a sus misas. Se despertó el bien y el mal, la zorra pobre al portal, la zorra rica al rosal y el avaro a las divisas…”

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